viernes, 18 de diciembre de 2009

Karate, Internet y faltas de respeto



La web de la Federación Madrileña de Karate tiene un foro en el que presuntamente (como dicen los medios serios) se discuten temas relacionados con el karate, los karatecas, las competiciones, los gimnasios, los entrenamientos y se hacen apuestas por ver quién irá en representación de nuestra comunidad o nuestro país a diversos campeonatos. El foro representa un esfuerzo, por parte de la Federación, de mantenernos a todos en una sola comunidad. Hay personas que se han preocupado de que exista, que lo cuidan, lo moderan y otras personas que participan en él preguntando o contestando a temas planteados por otros. Es un foro anónimo, donde con poner cualquier nombre de usuario y cualquier dirección de correo electrónico (las hay que tienen mucha gracia) se puede exponer una opinión.

Hoy mandan este comentario (ver imagen arriba) en que se me acusa de tener un "pototo" fragante, de ser una "enteradilla" y de robarle protagonismo al "preportente". Pero vayamos por partes...

Lo del "pototo"... Pototo fue un payaso de postguerra, no dudo que fuera un personaje entrañable que hiciera las delicias de niños y mayores, lamentablemente no llegué a escuchar ninguno de sus programas porque nací bastante más tarde. Si hubiera dicho "potorro" o incluso la tan usada pero tan castellana "coño", también habría rimado, en asonante eso sí, con mi nick de la web, Makoto.

En cuanto a lo de ser una "enteradilla" está bien escogida aunque no exista. Asumo que es un diminutivo de "enterada" y el diccionario de la RAE nos da estas definiciones:

enterado, da.

(Del part. de enterar).

1. adj. Conocedor y entendido.

2. adj. Orgulloso, entonado, estirado.

3. adj. coloq. Que presume de saber mucho de algo. U. t. c. s.

4. m. Nota consistente en la palabra enterado, escrita al pie de un documento para hacer constar que la persona o autoridad a la que va destinado se ha dado cuenta de su contenido.



Sigo asumiendo, pues el autor de tan ilustre comentario no ha querido dar su nombre sino que ha puesto el mío, que me considera una principiante en cuanto a conocer y entender, o bien que considera que presumo de saber mucho de algo pero poquito, y de ahí el diminutivo. Si no, no me lo explico.

Es verdad que en este blog se han publicado muchas cosas sobre karate, algunas polémicas, como el famoso artículo de la chorizada karate, la carta abierta a Faustino Soria, o un comentario sobre el Villa de Madrid 2008. Por otro lado, también he publicado artículos sobre campeonatos, como el de Campeonoato de España 2009, Campeonato de Europa 2009, o he apoyado el que el karate entrara en el programa olímpico publicando la carta de Antonio Espinós al COI. He escrito varias veces sobre marketing y karate, en "¿Qué pasa con el karate?" y en los posts I, II y III. También sobre arbitraje, como en "¿Qué tienen en común el arbitraje de karate y el sexo?", o en "Castigo excesivo". He publicado todas las fotos que he hecho de los diferentes campeonatos, y me he ofrecido a regalárselas a quien me las pida con la referencia de la foto y el campeonato en que se hizo, que hurgar en los archivos es complicado.

Puede que sea una "enteradilla", sólo llevo 25 años metida en esto y no dudo de que mi anónimo "admirador" lleve mucho más tiempo y sepa mucho más que yo. Tampoco dudo de que entrene más, pegue más fuerte o tenga mejor técnica. De lo que sí que dudo es de que le haya servido para algo.

Todos los maestros con los que he tenido el placer de entrenar me han enseñado siempre que lo primero en Karate es el respeto. De hecho, el ni ju kun tan olvidado estos días, nos dice que "La vía del Karate empieza y termina con el saludo", que se interpreta normalmente por "El respeto hacia el otro es lo primero y lo último". Este anónimo, este macarra, este supuesto karateca de pacotilla (en su acepción chilena, hondureña y nicaragüense), no sólo carece del respeto mínimo que hace falta para pisar un tatami, por humilde que sea, sino que además se salta todas las normas de la educación al no insultar a cara descubierta.

Y en cuanto a lo del "preportente"... Supongo que se refiere a MrPrepor, cuya web nos mantiene a todos informados de lo que se cuece en el mundo del Karate y no sale en medios más convencionales.

No es un secreto que tengo una relación muy especial con MrPrepor. Me consta que dedica mucho trabajo y mucho esfuerzo a su página para mantenerla actualizada. Es cierto que ha publicado opiniones polémicas pero siempre desde el respeto y, por supuesto, con su firma. Muchos dicen que es un prepotente, yo digo que es un buen árbitro, una gran persona y que encarna muchos de los valores del Karate tal y como los entiendo. Es una persona honesta, sincera, constante, trabajadora y leal, y no se esconde detrás de un nombre ficticio después de tirar la piedra.

Por eso me choca el comentario. Porque dice que quito protagonismo a MrPrepor. Espero que no, porque su web y la mía van por sitios diferentes y hablan de temas distintos aunque algunas veces coincidan. Así que por si no queda claro, ahí van mis disculpas públicas a MrPrepor: Nunca he pretendido quitarte protagonismo, nunca he pretendido pisarte el terreno, y nunca he pretendido que un soplagaitas te citara en un comentario tan despectivo, aunque, como dicen los gurús del marketing, "mejor que se hable mal de uno que que no se hable"

Para terminar, invitar al autor del comentario a leer lo que pone en la casilla de arriba a la derecha de este blog:

"BloggeAnDo nació en Febrero de 2007. La autora es la única responsable de los artículos y las opiniones que se publican en las entradas.

Básicamente, el blog es mío y en él, digo lo que quiero, hablo de lo que me preocupa y comparto ideas.

Estáis tod@s invitad@s a participar en los comentarios y a hacer de éste un lugar de discusión. Sólo pido respeto, educación y ganas de participar."

Sobre todo la parte del respeto, que parece que no se la sabe bien...

jueves, 17 de diciembre de 2009

Bombones rellenos de triunfo


Para los que no lo sepan todavía, me he partido el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Bueno, el cruzado anterior, el lateral interno, el menisco y alguna cosa más. Una lesión de esas que duelen, que molestan, que curan despacio y que necesitan pasar por el quirófano.

Después del susto, las urgencias y la consulta del traumatólogo, me hicieron una resonancia que confirmó lo que todos sospechaban, que la cosa estaba muy estropeada y que la recuperación iba a ser larga y dolorosa. Así que inmovilización un par de semanas y luego un montón de sesiones de fisioterapia y rehabilitación. Y de eso quiero hablar, de la rehabilitación.

Desde que empecé a ir al “gimnasio”, he conocido a un montón de gente: con fractura abierta de tibia y peroné antigua, con fractura abierta de tibia y peroné reciente, con roturas de ligamento operadas, sin operar, con síndromes del túnel carpiano, futbolistas, moteros, deportistas, corredores de bolsa, ejecutivos, niños de colegio, chavales de instituto, estudiantes universitarios… mucha gente joven, deportista y optimista. Casi todos hombres, hay que reconocer que somos pocas chicas, será que nos rompemos menos, que somos más prudentes, o menos deportistas.

El otro día estaba yo peleándome con la pierna para que se doblara un poquito más, siempre un grado más, y apareció un chaval, uno de los veteranos, con una caja enorme de bombones. Me dijo que cogiera uno y le pregunté que por qué repartía chocolates. Me contestó que alguien los había traído. Un poco después, pasó otro de los pacientes con otra caja de bombones, y cogí otro. Todos los que estaban masticando tenían una extraña sonrisa en la cara, una sonrisa feliz y satisfecha, cosa curiosa en un sitio donde a todos les duele algo.

Hasta un día o dos después no comprendí el sentido del ritual de los bombones. Cuando alguien termina, cuando se va para no volver porque ya está recuperado, lleva una caja de bombones para repartir entre el personal y los compañeros. Bombones rellenos, pero no de praliné o licor, sino de triunfo, de superación, de voluntad, de dolor, de frustración, de cariño, de tiempo, de ganas, de ilusiones… Bombones que saben a gloria, a horas pasadas llegando siempre un poquito más lejos, un poquito más fuerte, un poquito más alto.

Ayer volvieron a traer bombones, siempre anónimos, y ayer volví a saborearlo con fruición, con verdadero placer, porque es una persona más que ha conseguido su meta, recuperar un miembro, una articulación o un hueso. Ayer deseé que llegara el día en que yo también pueda llevar una caja de bombones y decir que ya está, que lo he conseguido, que he llegado a la meta y que la experiencia me ha enseñado que todo es posible trabajando mucho.

Hoy voy a ir, como todos los días, y espero que haya bombones…