Muchas otras plantas comunes, de esas que vemos a los lados de los caminos en el campo y a las que no prestamos mayor atención, formaban parte antaño de las farmacopeas de las casas y se usaban para mitigar un poco los dolores comunes.
La retama de escobas, Citisius escoparius, con la que muchos hemos jugado, se usaba como estimulante cardiaco y para acelerar las contracciones durante el parto. Las flores se usaban para hacer colorantes.
El boj, Buxus sempervirens, otro arbusto muy común en nuestros bosques, es conocido sobre todo por la calidad de su madera. Al tener tronco y ramas tan retorcidos, es muy difícil obtener un trozo de madera lo suficientemente grande como para tallarla, pero es muy dura e ignífuga, con un grano muy regular y produce excelentes pipas, utensilios de cocina, fichas de ajedrez... Se pensaba que era una planta que atraía las cosechas abundantes, y por eso se plantaba en huertas y jardines. Se usaba como tinte para el pelo, como antiséptico y para estimular la secreción de bilis o los movimientos del intestino. Pero es muy tóxico si se usa mal.
Otra planta común es el brezo, Calluna vulgaris, cuya madera también es muy dura y se usaba para hacer utensilios, amén de roja, y se usaba para curtir pieles y como tinte para tejidos. Por otro lado, ayuda a curar las infecciones urinarias y las enfermedades renales. Hace unos años se puso de moda para los jardines, no necesita muchos cuidados y tiene unas florecitas rosas o blancas pequeñas y discretas que siempre me han gustado.
El enebro, Juniperus communis, es un buen diurético, además de ligeramente narcótico y antiséptico. También se usa para fabricar ginebra y otros alcoholes. Las bayas de enebro suelen cotizar alto en el mercado y se puede ver gente en la sierra recogiéndolas, aun a riesgo de llevarse unos cuantos pinchazos.
El tejo, Taxus Baccata, que me pone enferma ver plantado en los jardines de niños, es extraordinariamente tóxico. De esta planta se saca la taxina, un antitumoral. Los arilos rojos que rodean las semillas son dulces, pero las semillas al disolverse en el tracto digestivo de los humanos pueden producir la muerte. En cambio, necesitan el tratamiento ácido que les da el aparato digestivo de los pájaros para poder germinar. Hay que lavarse bien las manos después de tocar un tejo. Si te frotas los ojos, se te irritarán. Y si te llevas las manos a la boca, puedes intoxicarte de gravedad.
El tomillo, Thymus vulgaris, se usa como especia, para hacer alcoholes y perfumes. En decocción calma la tos, y es ligeramente calmante. También es antiséptico y destilado se puede usar para los dolores de muelas. Yo lo uso para aderezar guisos de pollo y conejo. Pero en tintura (macerado en alcohol) calma los músculos doloridos.
Ya no volverás a mirar las plantas de la misma manera, no son sólo cosas verdes que se pisan…
Las imágenes vienen de aquí.
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