miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras


En plena crisis, cuando se ha agotado el modelo económico basado en el ladrillo, cuando precisamente son los ladrillos los que han acabado con la gallina de los huevos de oro del turismo de sol y playa (los turistas prefieren, cada vez más, litorales menos masificados y más baratos), en plena crisis, digo, cuando habría que cambiar de modelo económico y virar hacia la creación de industria tecnológica, de alto valor añadido, basada en la investigación y el desarrollo, va el gobierno y reduce el presupuesto para I+D.

Si alguno soñaba con establecerse como investigador en España, que despierte, que este año por lo menos va a ser imposible.

Algunos de los mejores científicos del mundo son españoles, pero casi ninguno trabaja en España. El tan cacareado CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) ha dicho adiós a su director, Mariano Barbacid estas últimas semanas. Asegura que no es por el presupuesto, pero la coincidencia da qué pensar. Los hombres y mujeres que dedican su vida a la ciencia huyen de un país que prefiere subsidiar a corto plazo a las inversiones a futuro que sí podrían contribuir al crecimiento de la economía y al cambio de modelo.

España, lamentablemente, seguirá a la cola de la I+D europea y mundial, España sigue torturando bichos en plazas públicas, vendiendo sangría, playa, sol y mar a precios desorbitados, y ladrillos, muchos ladrillos, y subsidios, muchos subsidios. El gobierno de España nos da peces sin enseñarnos a pescar, no vaya a ser que pensemos por el camino...

Señores del gobierno, tenemos algunos de los mejores científicos del mundo, pongan a su disposición las infraestructuras que necesitan , páguenles un salario digno, con contratos estables, duraderos y ellos podrán descubrir, patentar y hacer crecer una industria basada en la tecnología, crear empleo cualificado, aumentar la calidad de vida y de trabajo del país... Cambiar el modelo, en suma.

La ciencia española no necesita tijeras.

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