Hoy es un día triste para la libertad de expresión. La última edición de “El jueves”, revista de humor que sale los miércoles, ha sido secuestrada por decisión judicial. Todo por un dibujo en la portada en que aparecen el príncipe de Asturias y su mujer caricaturizados en la cama, en una postura sexual explícita.
Que la portada en cuestión sea de mal gusto o no, se puede discutir, al fin y al cabo nadie te obliga a comprarlo, leerlo o siquiera mirarlo. Pero de ahí a mandar a los funcionarios de policía, que pagamos entre todos, a coartar nuestro derecho a la libertad de expresión y de información hay un abismo.
Leo El Jueves desde hace ya muchos años. Durante mi estancia en Francia era asidua visitante de su web y se lo pedía a los amigos que venían de visita. Siempre han hecho gala de un humor irreverente, ácido e inteligente. Dios, Jesucristo, Allah, el gobierno, los políticos de uno y otro lado, el amor, el sexo, la prostitución, la tercera edad, tocan todos los temas, sensibles o no.
Quizá esta haya sido la gota que ha colmado el vaso. Quizá hacía falta recordarnos a todos que no somos iguales ante la ley, que el Código Penal español protege a unos señores, funcionarios ellos también, pues cobran sus salarios de las arcas del Estado, de toda publicación un poco subida de tono.
En este país nos jactamos de ser demócratas, de ser modernos, de ser libres, pero parece ser que no, que se puede decir cualquier cosa sobre cualquiera en televisión (sólo hay que ver un rato los programas de cotilleos en la tele) o en las revistas y periódicos, pero sin mentar a la Familia Real. Ellos están por encima y aparte de la plebe, de los ciudadanos españoles, protegidos por una ley obsoleta y absurda.
Espero con impaciencia la edición de mi revista favorita de la semana que viene, para leer el editorial, ver la portada y descubrir una semana más los contenidos llenos de sátira y de humor que se ríen de todo y de todos.
Después de este triste episodio, sólo queda añadir una cosa más:
¡Viva la República!
Hola, republicana
ResponderEliminarEn verdad es triste que la realeza sea intocable. ¿Cómo nos pueden hablar de la Democracia y la Libertad de Expresión y luego censurar la revista?
Tendríamos que averiguar qué clase de crimen podría haberse cometido... ¿Calumnia? ¿Escándalo público? ¿¿¿Herejía???
Es imperdonable que los políticos no hayan criticado a la revista cuando salían retratados (y El Jueves, cuando retrata, lo hace a base de bien) y en cambio se prohíba esa portadita.
Paciencia. Dios proveerá... y el rey lo verá.
Pues la verdad es que empiezo a pensar que el fiscal general también es republicano, porque ha conseguido que la famosa caricatura se publique no sólo eb España, sino en toda la prensa internacional, que esté colgada por todas partes en la red, y que El Jueves se agote en todos los kioskos del país.
ResponderEliminarY por cierto, me ha contado mi kioskera que se les agotó la revista, pero que no ha pasado ningún agente de la autoridad a por ella (y añadió que qué pena no haber pedido más, porque se han vendido como churros)
Me parecería increíble, si no tuviéramos que tragar cada vez más sapos.
ResponderEliminarDesde hace mucho tiempo, en circulos que me son cercanos, se ha venido comentando la porquería de democracia que vivimos. Posteriormente, la idea se llevó a la calle con lemas como "lo llaman democracia y no lo es".
Yo siempre me he remitido a la idea de democracia que ya nos enseñó Homero (la Iliada): una serie de privilegiados que se reúnen en torno a una mesa, que para pasarse la palabra se dan un cetro en mano y que cuando alguien del pueblo llano quiere hablar le dan con el susodicho cetro en la cabeza. ¡Genial! Es igual que las Cortes.
Sólo cabe esperar que en la próxima crítica a la corona o a la Iglesia se practique un auto de fé y quemen algún hereje.
Una cosa es ejercer tu derecho de libertad de expresión y otra ofender a las personas. Esta es una controversia que viene de hace tiempo llevada a cabo principalmente por quienes, lejos de expresar opiniones, realizan mofas desproporcionadas atentando contra el honorde las personas. Que conste que soy republicano y además de extrema derecha, que ya es raro. Despues de leer alguno de tus más que discutibles artículos estoy escribiendo un comentario lo más educadamente posible lejos de caricaturizarte con tu amante lesbi (si la tienes, que no me extrañaría) en la cama en posturas poco agradables a la vista. Uno puede estar o no de acuerdo con una ley o una institución pactada hace 30 años, pero existen cauces para mostrar ese desacuerdo, cauces ante todo de mucha más educación y respeto que una revista que leen cuatro frikis progres de salón.Ya me gustaría a mi que os hubieran sacado a todos los que os rasgais las vestiduras en esa revista para reírnos de vosotros a base de bien, porque motivos no nos faltan desde luego.
ResponderEliminarPor cierto ¿qué cojones tendrá que ver la Iglesia con este tema bolaocho?
@Dalai
ResponderEliminarUna cosa es que hubieran denunciado al Jueves por atentado contra el honor, y otra muy diferente que secuestren una publicación. Yo no entro en si la portada en cuestión es de buen o mal gusto. Lo que me indigna es que no todos seamos iguales ante la ley (El Jueves ha tenido portadas mucho más insultantes que ésta, y no ha pasado nunca nada)y que se coarte la libertad de expresión en un país democrático.
Si la cosa se hubiera quedado en una simple denuncia, la famosa portada la habríamos visto los “cuatro frikis progres de salón” que la compramos todas las semanas. Pero gracias a esto ha pasado de ser una revista con una tirada de cuarentamil ejemplares a ser vista por millones de personas, y España de tener una imagen internacional de país moderno y democrático a república bananera dictatorial y para demostrarlo están los artículos publicados en la prensa de todo el mundo.
Si tengo o no una amante lesbiana es asunto mío y no veo qué viene a hacer mi vida sexual en este asunto pero si me hubieran caricaturizado en la portada y me hubiera sentido ofendida, como no tengo sangre azul, mis medios de defensa ante tal atentado contra mi intimidad serían los de todos los españolitos de a pie, casi nulos. Y eso es indignante. (Suponiendo, claro, que no les pidiera el original para colgarlo en mi salón, que ofenderme es muy difícil y soy fan de muchos de los dibujantes de la revista)
Y por último, mis artículos son discutibles, por supuesto. Expresan mi opinión personal sobre diversos temas, y como todavía no soy infalible, es totalmente lícito que otros defiendan puntos de vista diferentes. Y por esto quiero agradecerte no sólo que hayas colgado el comentario, sino que lo hayas hecho con respeto y educación.
pero vamos a ver, que no se está restringiendo ningún derecho de libertad de expresión! si ´tú alegas que se pueden publicar esas caricaturas entonces , según tu teoría, yo podría ir por la calle con fotos tuyas quemándolas o defecándome en ellas porque así me expreso.
ResponderEliminarHombre, faltaría más que tú tuvieras los mismos mecanismos de defensa que el Jefe del Estado que, por cierto, es el garante de la Constitución y el que nos representa, te guste o no, a todos (incluída tú). Pero entre otras cosas esa igualdad de derechos que tú reclamas para todos es una utopía, sería un colapso para los juzgados! te imaginas al cachuli ya la pantoja "secuestrando" revistas?
Lo primero que quiero dejar claro es que no considero útil contestar en blogs, pero por alusiones sí querría dejar alguna cosa clara.
ResponderEliminarIba a haber contestado a Dalai con diversas razones, pero Makoto se me ha adelantado, con lo cual responderé sólo a la pregunta que Dalai me realiza en su primer comentario.
Lo de la Iglesia viene a que, con unas ligeras nociones de Historia de España se puede saber que, desde hace más de mil quinientos años, NINGUNA INSTITUCIÓN (incluida la ínclita Corona) se ha librado de ser atacada, vilipendiada e incluso físicamente agredida, salvo la sacrosanta Santa Madre Iglesia. Y que aún en nuestros días, NADIE está libre de responder ante la justicia, salvo la ya mencionada Corona (por artículo 56.3 de la Constitución) y la también mencionada Iglesia (debe ser por derecho divino). Y si no, que alguien me explique cómo con tantas denuncias por acoso sexual de algunos de sus componentes y la denuncia directa a la Iglesia española ante la Agencia Española de Protección de Datos, sigue intocable y se escuda en que "sus datos son suyos". Todo ésto dicho sin necesidad de intercalar ninguna palabra malsonante.
¡Ah! Y no es tan extraño ser republicano y de derechas. Mola, Mussolini y Hitler lo eran. Lo que pasa es que como ejemplos...
@Dalai
ResponderEliminarEvidentemente puedes ” ir por la calle con fotos mías quemándolas o defecándome en ellas” y yo podré defenderme de esa agresión en los tribunales.
De lo que se trata aquí es de que no todos somos iguales ante la ley. Y yo debería de tener los mismos mecanismos de defensa que el Jefe de Estado, que Cachuli o que la Pantoja. Garantes de la Constitución somos todos los españoles. De hecho, en esa misma Constitución se dice que no se puede discriminar a nadie por razones de sexo, religión, raza, etc Pero sí que hay un grupo de personas, que por su nacimiento son intocables. Y eso es injusto, lo mires por donde lo mires.
Precisamente porque son personajes públicos que cobran su salario del erario público, deberían de tener vidas ejemplares y transparentes, y se debería de poder hablar de ellos en público. Si la acusación de “vago” al príncipe le molesta, que demuestre con qué se ha ganado el pan que le pagamos entre todos, y si se revela que es infundada, que vayan a juicio como el resto de los mortales. Secuestrar una publicación atenta directamente contra mi derecho a leer lo que yo quiera. Y eso es intolerable en una democracia.
Desengáñate, Makoto. Lo primero que te dicen en la asignatura Derecho Constitucional 1º es que "la propia Constitución es anticonstitucional" por los motivos que tú has alegado. Somos todos iguales, pero algunos son más iguales que otros, que diría Orwell.
ResponderEliminarY puestos a rizar el rizo, la Constitución defiende al rey como institución, pero la familia real no son lo mismo que la persona del rey de España.
Habría que derribar y empezar a edificar para sacar algo adelante.