Hace más de
un año que no actualizo el blog. Al igual que contaba en esta entrada la vida se complica y hay que gestionar prioridades y el blog no ha sido una de
ellas.
Este año ha
sido… emocionante. Un poco como en esa maldición china que dice “Ojalá te toque
vivir tiempos interesantes”.
La pasada
Semana Santa decidí cambiar de vida por completo y mudarme a vivir a
Estrasburgo. Una ciudad magnífica donde viví hace muchos años. Algo así implica
dejar el trabajo, la familia, los amigos y el país para empezar una nueva
aventura en otro sitio.
He cerrado
la tienda. Aderezo ya no existe. Ha sido difícil a nivel emocional y físico. Una
liquidación implica mucho desgaste pero cuatro meses después, ya está hecho.
Estoy
cerrando mi piso. Cajas y más cajas. Hay que ver cuántas cosas se acumulan en
una casa y cuántas bolsas de basura pueden salir de los armarios.
Estoy
cerrando temas pendientes. Con personas que hacía mucho que no veía, con amigos
a los que veo todas las semanas… Flecos sueltos que quiero dejar atados.
Estoy
dejando mi folio en blanco para partir de cero.
Si en algún
momento he tenido dudas sobre esta decisión, el 28 de julio quedaron resueltas.
Tuve un accidente grave con el coche. Uno de esos que te hacen pensar que quizá
deberías cambiar la fecha de tu cumpleaños porque has vuelto a nacer.
Aquaplanning, se llama. Patiné con el coche en una autopista y reboté con la
mediana hasta terminar en el arcén. El coche quedó para tirarlo aunque a mí,
por pura suerte y porque no iba rápido, no me pasó nada, apenas una marquita
del cinturón de seguridad en el hombro.
Ese fue el
momento en que me dije que estaba completamente segura de que estaba tomando la
decisión correcta.
Y en eso
estoy, de mudanza, de papeleo, de despedidas. Con mucha ilusión por el proyecto
nuevo y con algo de tristeza por todo lo que se queda atrás.
Me encanta leerte de nuevo, aunque sea con estas nuevas :(
ResponderEliminarEspero que retomes este don que te han dado. Por cierto, mola la foto nueva de portada.